Today, the Octave Day of Chrismas, the Church celebrates the Solemnity of Mary, the Holy Mother of God, our Lady's greatest title. Exactly what are we celebrating? It is Mary’s role in the mystery of salvation brought to fruition through the Incarnation, death, and resurrection of her son, Jesus Christ.
"Mary, the all-holy ever-virgin Mother of God, is the masterwork of the mission of the Son and the Spirit in the fullness of time. For the first time in the plan of salvation and because his Spirit had prepared her, the Father found the dwelling place where his Son and his Spirit could dwell among men.
This Solemnity of Mary, the Mother of God, invites us to marvel at the God who comes to us in loving vulnerability and dependence. Following Mary, we are called to do nothing less than repeat her words: "May it be done in me according to your will." Christ is always needing to be born in and among us, and that calls for every year to be a New Year.
Our Blessed Mother Mary is an example of faith, obedience, and saying “Yes” to God’s plan of salvation for all humanity. May her love inspire us to follow her and respond to our call as Christians to build up God’s kingdom among us.
Let us pray:
O God, who, through the fruitful virginity of Blessed Mary bestowed on the human race the grace of eternal salvation, grant, we pray, that we may experience the intercession of her, through whom we were found worthy to receive the author of life, our Lord Jesus Christ, your Son. Amen.
Reflexión de nuestra Santísima Madre María
Hoy, día de la Octava de Navidad, la Iglesia celebra la Solemnidad de María, la Santa Madre de Dios, el mayor título de Nuestra Señora. ¿Qué estamos celebrando exactamente? Es el papel de María en el misterio de la salvación realizado a través de la Encarnación, muerte y resurrección de su hijo, Jesucristo.
"María, la Santísima y siempre Virgen Madre de Dios, es la obra maestra de la misión del Hijo y del Espíritu en la plenitud de los tiempos. Por primera vez en el plan de salvación y porque su Espíritu la había preparado, la Padre encontró la morada donde su Hijo y su Espíritu podían habitar entre los hombres.
Esta solemnidad de María, la Madre de Dios, nos invita a maravillarnos del Dios que viene a nosotros en amorosa vulnerabilidad y dependencia. Siguiendo a María, estamos llamados a no hagáis otra cosa que repetir sus palabras: "Hágase en mí según vuestra voluntad”. Cristo siempre tiene necesidad de nacer en y entre nosotros, y eso exige que cada año sea un Año Nuevo.
Nuestra Santísima Madre María es ejemplo de fe, de obediencia y de decir "Sí" al plan de salvación de Dios para toda la humanidad. Que su amor nos inspire a seguirla y a responder a nuestra llamada como cristianos a construir el reino de Dios entre nosotros.
Oremos:
Oh Dios, quien, por la fecunda virginidad de María Santísima, concedió al género humano la gracia de la salvación eterna, concédenos, te rogamos, que experimentemos la intercesión de aquella, por quien fuimos hallados dignos de recibir al autor de la vida, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.